Te compartimos artículos sobre comida saludable, salud, fitness, estilo de vida y curiosidades.

Mucho se habla de la filosofía de mente sana, cuerpo sano. Es casi una verdad cultural, aunque muchos también la usen como una frase de cajón, un refrán malgastado. Pero, ¿reconoces la profundidad de esa filosofía? ¿Entiendes a fondo como tener una mente sana puede ayudarte a tu estilo de vida y a tu cuerpo?

Sí estás en el plan de perder peso, ejercitarse y tener una autoestima elevada, lo primero que debes organizar para que esa meta sea un éxito total, es lo que ocurre en tu mente. En muchas ocasiones una persona, decide ejercitarse motivada por intereses distintos a los personales.

Es decir, detrás de ese impulso que la lleva a ir al gimnasio e iniciarse en una dieta, existe una presión que ejerce de manera inconsciente la sociedad a la que pertenece, o bien, su pareja, familiares o amigos, influyen en esto. Su meta está siendo orientada por una fuerza distinta a la de él o ella misma.

El desastroso efecto de los demás

Y cuando algo así ocurre, es muy probable que esa buena fe con la que inicia una persona termine por desmoronarse. Perder peso comienza a ser una carga demasiado pesada, que atenta y atrofia a la mente sana. Vas a llegar a un punto donde vas a sentir que te estas explotando a ti mismo.

¿Por qué? Porque estas obedeciendo ciegamente lo que un entorno te determina que hagas, en vez de seguir con cariño y convicción lo que tu misma mente sana y cuerpo sano desean vivir. Cuando lo haces por voluntad propia, ejercitarte se convierte en un reto y tu meta es medir tu nivel de resistencia.

Así que si realmente quieres vivir en una filosofía de mente sana y cuerpo sano, debes aprender a ser tu misma o tu mismo, enfocarte en lo que es tu identidad como persona. Al percibir esto, vas a elevar tu autoestima y vas a tener un rendimiento muchísimo mejor, no solo para ejercitarte, sino para tu vida.

La importancia de conocerse a sí mismo en mente y cuerpo

Claro, es fundamental realizar actividad física. Pero más allá es importante que aprendas a cultivar tu mente sana, lo que en algunas tradiciones de Medio Oriente y Asía, aluden a nutrir el espíritu. En teoría, mente y espíritu suelen ser tratados como lo mismo, en tanto es lo que define tu voluntad y actitud.

Para que esa voluntad tenga consistencia y fuerza suficiente, es importante que aprendas a conocerte a ti mismo. Y una de las grandes maneras para lograrlo es a través de la meditación y el silencio. Y bueno, no se trata de ir a refugiarte en una montaña para poder disfrutar de esto.

Tómate tu tiempo para estar a solas en casa, cerrar tus ojos y relajarte. Es importante ser consciente del ritmo de tu respiración, recordarte que estas vivo y que es una bendición que tengas derecho a pertenecer a esta realidad en la que te mueves a diario. Así, los pensamientos comienzan a despejarse.

No buscar un estado de iluminación para la meditación

Lamentablemente, muchas personas asocian la meditación, de cara a lo que es tener una mente sana, con el buscar una iluminación mística. Ese es precisamente el primer prejuicio que aprenderás a dejar de lado a medida que respiras y sientes que tu cuerpo sano puede proporcionarte calma y relajación.

A medida que te dispones a la meditación, valoras más lo que el silencio tiene por enseñarte. Tus mismos pensamientos te ayudarán a valorar lo que eres. Comenzarás a valorar quien eres y que es lo que realmente necesitas en tu vida para que tu autoestima se mantenga estable.

Cuando logres percibir eso podrás reconocer que tu energía y tu voluntad pueden ser total en cualquier proyecto que emprendas. Tu mente sana te ha permitido visualizar entonces, todo lo que puedes conseguir con una autoestima bien definida y con la voluntad que te ofrece tu cuerpo.

Aceptar la energía que proviene de la meditación

Aprender a tener un cuerpo sano es importante. Tu mente sana puede admitirlo, aun cuando estés pasando por un periodo de excesos, ya sea de alcohol, tabaco, drogas u otras adicciones. La mente humana siempre tiene la virtud de reconocer el valor que representamos.

Si no fuese así, la vida del ser humano ya se hubiese extinguido. Así que aunque estés pasando por un periodo de depresión o baja autoestima, ten por seguro que silenciarte y realizar meditación, te ayudarán a percibir lo bueno que hay en ti y todo el potencial del que estás dotado.

Todo esto es lo que resume la filosofía de “mente sana, cuerpo sano”. Cuando reconozcas el valor de ambas palabras claves, tu disposición será más entregada. De modo que si eres de los que tiene problemas para ejercitarse y perder peso, los que siente que tienen poca voluntad, haz meditación.

Ese es el primer gran paso para organizar tus ideas y reconocer que estrategias seguir para tener una autoestima fortalecida.